El dilema lo planteó el Dr. Juan J. Llach en la conferencia del Congreso 2010 de AAPRESID. Las oportunidades de la Argentina frente al nuevo esquema mundial con el papel predominante de los países emergentes y su creciente y sostenida demanda de alimentos y materias primas son enormes, fantásticas. Estas oportunidades, expresadas como mercado potencial, son mayores, casi el doble, que las que tuvo el país hace un siglo. Ahora la ventaja no es solo para la pampa húmeda, como lo fue entonces, sino para todo el país porque la demanda mundial incluye productos frutícolas, forestales, minerales y pesqueros que tenemos a lo largo de toda nuestra geografía. La demanda del BRIC, Brasil, Rusia, India y China, más todo el sudeste asiático, será prolongada en el tiempo y con precios altos y sostenidos.
Podríamos ser un país fantástico pero no estamos aprovechando las posibilidades que se nos ofrecen por erradas decisiones políticas que frecuentemente traban la producción y dificultan su exportación. Los cuatro nudos gordianos que nos sujetan son, según Llach-Harriague, a) el sistema impositivo y el desarrollo regional; b) el desarrollo integrado y sostenible, el perfil productivo, la coparticipación y la integración al mundo; c) la pobreza, la distribución del ingreso y su especial expresión geográfica en las provincias del Norte y en el GBA; y d) la cuestión de la educación, la ciencia y la tecnología.
Los autores han detallado cual debiera ser la estrategia de desarrollo de la Argentina para romper esos nudos gordianos que la doblegan, en un trabajo reciente. Podes leerlo aquí.
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