Estuve por primera vez en Shanghai, China, en 1983 invitado a participar en un simposio internacional sobre Bioenergía. Volví 24 años después en junio del 2007. Para los jóvenes 24 años pueden parecer muchos, para una ciudad generalmente no son tantos, pero para Shanghai los cambios ocurridos son muy sorprendentes y profundos.
Shanghai era n 1983 una vieja ciudad anclada en la preguerra. Hoy estalla en bellos rascacielos que deslumbran al visitante y una frenética actividad económica y bursátil.
La China de 1983 intentaba recuperarse de la devastación que fue la Revolución Cultural ( 1965-1976) que destruyó bibliotecas templos, monumentos históricos e instituciones educativas y culturales y, lo que es más grave, vidas humanas. Tres ejemplos escuchados en 1983 ilustran lo que pasó:
- Un profesor al presentarse en su clase fue confinado por sus revolucionarios estudiantes en un armario al que debía volver cada día para auto encerrarse baja la amenaza de castigo mayores. Así lo hizo por un tiempo hasta que se suicidó.
- Un joven chino, traductor en el consulado argentino, decidió huir del caos de Shanghai y tomó el tren que lo llevaba a su provincia. En el vagón viajaba sola una señora anciana. Una joven revolucionaria se sentó enfrente de ella y, sin motivo aparente, le dio una bofetada lo que fue festejado por sus compañeros que siguieron hostigándola hasta que la arrojaron del tren en movimiento.
- Mr Wu, viceministro de Energía que presidía el simposio, me obligaba cada día a reír con él sin ninguna explicación. Al final me la dio: “ yo era director de una usina hidroeléctrica- me contó- hasta que los jóvenes revolucionarios me sacaron de mi oficina y me mandaron al campo por tren donde fui confinado a un chiquero donde debía vivir, cuidar de los cerdos y comer de sus sobras... ¿ sabe cómo sobreviví? Sobreviví porque me reía tres veces por día!!!”
Mao falleció en 1976 y fue reemplazado por su viuda y la Banda de los Cinco hasta su destitución y ejecución. A partir de 1978 Deng Xioping lideró la apertura de la economía estableciendo en 1980 cuatro zonas económicas especiales vinculadas con Hong Kong que proveyó capital y “know how”. Solo en el delta del río Pearl se abrieron 57600 fábricas en los últimos 10 años.
En las calles de Shanghai y poblaciones vecinas en 1983 multitudes de chinos, sexo indistinguible por estar todos vestidos igual con un pantalón y mao gris-azulado, se desplazaban a pie o en nubes de bicicletas. Circulaban muy pocos autos. Hoy el tránsito en modernas autopistas y avenidas de Shanghai es predominantemente de automóviles nuevos y, con frecuencia, de lujo ( hay 100 millones de millonarios en China...) Motocicletas y bicicletas (pocas) suelen tener carril propio. Hay un extenso servicio público de modernos subterráneos, ómnibus y trolebuses.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario