El refrán popular del título refleja el sentir popular de que tras de algunas de las muchas teorías conspirativas que circulan hay algo de verdad. Entre las teorías conocidas que son evidente y documentadamente falsas se puede mencionar la antisemita de los Protocolos de los Sabios de Sion y las presuntas visitas y actividades de seres extraterrestres y Ovnis.
Hay otras teorías conspirativas que están basadas en organizaciones o hechos reales en las que la conspiración consistiría en actividades secretas de logias u organizaciones públicas o en la descripción histórica e interpretación de hechos que han ocurrido. Por ejemplo, esta documentado que el General San Martín perteneció a
Walter Graziano ha escrito recientemente dos exitosos libros, “Hitler ganó la guerra” y “Nadie vio Matrix”, en los que recopila, y documenta, muchas teorías conspirativas. Graziano no me ha convencido por la acrítica acumulación de muy diversas historias que alientan la paranoia y que podría deberse a un interés crematístico. Esta opinión no implica que algunas de esas historias no sean creíbles.
Acaba de aparecer en Estados Unidos un libro de Jeff Sharlet sobre
y el propio autor en su blog:
http//jeffsharlet.blogspot.com/2008/02/blog-spot.html
A veces cedemos a la tentación de las explicaciones fáciles. Determinar si una conspiración es realmente tal no es sencillo, involucra muchas variables. La verdad es que la realidad es difícil de aprehender.