El estancamiento de nuestro país es aún más doloroso cuando vemos a nuestros vecinos Chile, Brasil, Uruguay avanzar con gobiernos eficientes y una dirigencia nacional responsable. Una de las causas de la diferente evolución de estos países esta, claramente, en las actitudes de los respectivos liderazgos. En Chile supieron deponer antagonismos y coincidir en objetivos comunes. Brasil tiene una clase dirigente, sobre todo en San Pablo, que empuja “pra diante” inteligente y cohesionadamente.
Ricardo Esteves analizó lúcida y autocríticamente el papel del establisment argentino (ver aquí) en nuestra decadencia y compara su rechazo por nuestra población con la aceptación y confianza de chilenos y brasileños en sus respectivos establisments. Señala críticamente sus tres graves errores históricos: el antiperonismo intolerante, el haber empujado al abismo al gobierno de Frondizi y el cheque en blanco a la corporación militar.
En la década del 90 nuestro establisment con la media docena de corporaciones que integraba participó alegre e irresponsablemente del “festival” de las privatizaciones. La mayoría de las cuales perjudicaron al país mientras que las que fueron inicialmente positivas, como las de telecomunicaciones, tuvimos teléfonos, abortaron a mitad de camino.
Esteves subraya la complacencia con que se observó el desguase de los Ministerios de Salud y Educación de la Nación con las nefastas consecuencias que perduran hoy en día.
Sí, pero ¿cómo se genera?
¿Qué opinas?