GÖBEKLI TEPE
Uno de los hitos de la Historia Grande es el comienzo
de la Revolución Agrícola hace diez o 12000 años. La misma consistió en que el
hombre nómade y cazador, gradualmente se
volvió agricultor y ganadero a medida que lograba domesticar cultivos y ganados.
Esta revolución ocurrió independientemente en varios lugares del mundo: en las
Américas, en Eurasia, y en las islas del Pacífico. La arqueología sugiere las
fechas tentativas y sujetas a nuevos hallazgos. Por ejemplo el reciente
descubrimiento del sitio Göbekli Tepe en el sur de Turquía y fechado en hace
10-12.000 años, con complejas estructuras y bajo-relieves, muy anteriores a las
de Stonehenge, sin rastros de asentamientos ni poblaciones asociadas lo que
sugiere que los autores podrían haber sido nómades. Esta hipótesis genera más
discusión que certezas porque requeriría una gran población nómade organizada y
desarrollada lo que parece improbable. Por otra parte la genética vegetal ha
permitido fechar y documentar el origen y avances de los distintos cultivos, y
sugerir, por ejemplo, que las culturas preincaicas que domesticaron el poroto
lograron, por simple selección, aumentar 400 veces su tamaño.
La vida del
hombre cambió drásticamente porque la agricultura requirió o generó, la estratificación social y el asentamiento,
la organización de tribus, pueblos, naciones e imperios. Jared Diamond, entre
otros, ha calificado en 1999 la Revolución Agrícola como “el peor error de la
historia de la humanidad” (ver aquí) porque trajo inequidad sexual y social,
enfermedades y despotismo. Aunque la afirmación es chocante porque pensamos que
la humanidad ha progresado en estos 10.000 años hay suficientes argumentos que
documentan que frecuentemente los
campesinos han tenido peor vida que los nómades y las tres plagas mencionadas
siguen con nosotros en el siglo XXI. Lo ilustran la inequidad con las mujeres,
el racismo, la esclavitud, las castas y clases sociales, el hambre, la miseria
y las enfermedades endémicas que azotan a 1.000 millones de nosotros, tiranos,
dictadores y gobiernos corruptos por doquier (incluídos los señores feudales de
algunas provincias argentinas) Por otro lado, ¿habríamos llegado al actual
desarrollo cultural y científico sin la Revolución Agrícola? ¿Sin naciones ni
imperios?
El Dr. Yuval Noah Harari de la Universidad Hebrea de
Jerusalem argumenta ( ver aquí y aquí) que en la Historia de la Humanidad no
hay Justicia porque al formar sociedades cada vez más complejas, asociarse en
pueblos, naciones e imperios, se generaron divisiones jerárquicas y de género ,
clases, castas y discriminación sexual en perjuicio de las mujeres. Estas
construcciones sociales, órdenes imaginarios,
que inventaron los hombres y que atribuyeron a los dioses, fueron útiles
a líderes o invasores para mantenerse en el poder y organizar esos pueblos. Tal
vez el ejemplo más relevante es el sistema de castas en la India que ha
perdurado durante miles de años. El único sustento de estas realidades
ficticias es que mucha gente las acepta como verdaderas. La única que tiene una
base biológica es la del género, los humanos somos hombres y mujeres, pero la
milenaria discriminación contra ellas no tiene razón de ser ni hay una
explicación satisfactoria de su permanencia.
En los milenios posteriores a la Revolución Agrícola
proliferaron los enfrentamientos, la esclavitud, guerras, genocidios y masacres
étnicas asociadas a la formación de esas sociedades y a las construcciones
sociales imaginarias mencionadas. Sin embargo la violencia estuvo siempre en
nosotros desde el relato de Caín y no
sería atribuible a ella.
Personalmente no concuerdo con el calificativo de “peor
error” porque estimo que fue un fenómeno inevitable dada nuestra naturaleza y
la que nos rodea y que nos trajo hasta hoy cubriendo la Tierra con 7.500
millones de nosotros. Estamos llegando al punto de que podremos manipular
nuestra propia evolución pero ¿hemos progresado? ¿Hacia dónde vamos?
¿Qué opinas?