jueves, enero 19, 2017

De RELIGIONES Y CREENCIAS


MUSULMANES YÉNDOSE DE TONGI, CERCA DE DHAKA, SOBRE UN SOBRECARGADO TREN DESPUÉS DE LA ORACIÓN FINAL EN LA CONGREGACIÓN BISWA LITEMA


Esta extraordinaria foto me llevó a recordar, a buscar en realidad, donde fue tomada. Dhaka es la capital de Bangladesh (el país de Bengala) nuevo país que logró su independencia en 1971. Me acordé de los Reinos de Bengala, del tigre de bengala, de las novelas e historietas de Sandokan, los piratas bengalíes, del estrecho de Malaca y de Singa-Pur, la isla de los tigres, ahora la próspera Singapur.  La población de Bangladesh es de unos 170 millones de habitantes, el 87 % musulmanes, que son los que se amontonan, se apiñan en esa foto en una festividad religiosa. ¿por qué tantos musulmanes? Porque el Islam llegó a esas tierras muy temprano, en el siglo X y se expandió desde entonces.  Son musulmanes bengalíes, sunnitas con prácticas y ritos independientes del Islam ortodoxo.


Los fieles del Islam son unos 2000 millones , cifra similar a la de los cristianos la mitad de los cuales serían católicos. Ambos grupos de religiones son proselitistas y aceptan la biblia y los evangelios en distinto grado y ediciones. El Islam se basa en el Corán y se expandería más rápidamente.

Acá en Argentina, hace poco se cumplió el 179º aniversario de la muerte del Gauchito Gil, degollado colgado de un árbol, en Mercedes, Corrientes. Antonio Mamerto Gil habría estado  acusado de desertor y ladrón. Antes de morir, le habría anticipado a su verdugo que tenía su hijo enfermo que sólo se curaría por su intercesión. Así habría ocurrido lo que inició un culto y una devoción que  se extendió por Corrientes y luego por todo el país. Este año se calcula que 200.000 personas peregrinaron a Mercedes para rendirle culto. Conozco a una señora que junto con sus tres hermanas, una de ellas  con un cáncer con metástasis, fueron a cumplir con una promesa hecha al Gauchito. Tuvieron que hacer una larga cola para ingresar al santuario. que es el árbol donde murió, rodeado de una reja. Allí los devotos le dejan sus pedidos y ofrendas, vino y otras bebidas y cigarrillos encendidos.  
Es sorprendente cómo se ha difundido este culto  popular y espontáneo sin ninguna estructura, sin predicadores ni literatura. Sólo por el boca en boca. No es el único: tenemos San La Muerte, la Difunta Correa muy popular entre los camioneros, y otros en desarrollo mientras que la Madre María y Pancho Sierra, populares hace un siglo son menos citados.

                                                     EL GAUCHITO GIL


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