Me llamó la atención un programa especial del cable The History Channel
Sobre “Estigmas: marcados por vida” que se emitió recientemente. (http://www.thc.tv/franquicia.asp?programid=00981&Fran=F000000155&fotAct=2 ). Como no vi el programa completo y el tema es inquietante e interesante busqué un poco en Internet (Google, Scholar Google, Wikipendia y otras fuentes) y resumo a continuación lo leído.
Habría más de 300 casos descriptos desde el siglo XIII de personas estigmatizadas, esto es, que presentaban en sus manos, pies y/o espalda marcas que asemejaban las heridas sufridas por Cristo en su Pasión. En algunos casos esas marcas / heridas sangraban. El primer caso conocido sería el de San Francisco de Asís (1186-1226) y uno contemporáneo el del Padre Pío ( 1887-1968) de San Giovanni Rotondo, Italia. El fenómeno se ha manifestado desde el medievo y en ambientes católicos. Según la Enciclopedia Católica habría 321 estigmatizados, solo 47 de ellos hombres, y 62 serían santas/os de los cuales lista los 26 más conocidos. Los estigmas no fueron considerados milagros en su canonización.
En algunos casos se ha demostrado que las heridas eran auto infligidas o falsas y los estigmatizados fraudulentos. En 1984 una corte italiana condenó a la estigmatizada Gigliola Giorgini por fraude (Wilson, Ian, 1988, The Bleeding Mind, London: Weidenfeld and Nicolson). El Padre Pío fue investigado por el Vaticano durante años sospechado de histeria y fraude ( estigmas simulados con ácido nítrico) aunque fue posteriormente canonizado (http://www.forteantimes.com/articles/162_padrepio.shtml). Un patólogo que lo examinó encontró que las marcas eran superficiales y que no penetraban en la piel (Ruffin, C. Bernard. 1982, Padre Pio: The True Story. Huntington, Indiana: Our Sunday Visitor).
Los estigmas podrían tener un origen sobrenatural, aunque la Iglesia ha sido muy cauta en aceptarlo, o natural. En este caso se ha atribuido a autosugestión ( auto hipnosis) o a histeria. Es interesante examinar los pocos casos conocidos que no tienen vinculación religiosa. Un artículo por el Dr. V. Lebedev aparecido en el Pravda el 30 de agosto del 2004 menciona que algunos escritores han tenido estigmas como Maxim Gorky que se desmayó mientras escribía una escena en la que un marido celoso apuñalaba a su mujer en el hígado. Al volver en si habría encontrado una herida, estigma, sangrante en la zona de su hígado (http://english.pravda.ru/main/18/90/364/13948_stigmata.html ).
Un trabajo muy interesante es el escrito por S.M. Greenfield de la Universidad de Wiscounsin en 1989 (http://www.uwm.edu/Dept/CLACS/resources/pdf/greenfield82.pdf ) . Cita numerosos trabajos que han relacionado el estrés con enfermedades tales como úlcera péptica, colitis, asma bronquial, dermatitis, urticarias, edemas, hipertensión, amenorrea, enuresis, taquicardia, migraña, impotencia, insomnio y hasta cáncer. Barber revisó la literatura de sugestión hipnótica ( "Changing 'Unchangeable' Bodily Processes by (Hypnotic)Suggestions: A New Look at Hypnosis, Cognitions, Imagining, and the Mind-Body Problem," in A.A. Sheikh (ed.), Imagination and Healing, 69-128. Farmingdale,NY: Baywood Publishing Company, Inc., 1984. ) y describe numerosos trabajos que tendrían en común que la sugestión podría alterar el flujo sanguíneo lo que a su vez produciría el fenómeno descrito específicamente 1) reducir la dermatitis producida por una planta urticante, 2) generar una dermatitis sin que la planta este presente, 3) producir una lesión cutánea similar a una quemadura experimentada previamente, 4) curar verrugas, 5) producir lesiones sugeridas, 6) minimizar el sangrado en tratamientos odontológicos, 7) minimizar las consecuencias de una quemadura real y otros.
Más recientemente, en el 2000, J.Camacho y J.M.Dimsdale ( Psychosom.Med., 2000,62:326-36 ) revisaron 72 años de literatura científica selecta sobre Plaquetas y Psiquiatría. Las plaquetas son células sanguíneas con una compleja fisiología, cargadas con numerosos factores de gran actividad , en particular neurotransmisores como la serotonina, y están involucradas en la hemostasis, enfermedad coronaria, trombosis y otras. Son interesantes sondas para el estudio neurofisiológico de desordenes psiquiátricos. Hay una fascinante historia detrás de estudios de psicopatología y sangrado. Se cita a Schindler, un psiquiatra alemán quien en 1927 describió 16 pacientes con sangrado cutáneo. Schindler creía que podía inducir o disminuir la hemorragia por sugestión hipnótica. Jacobi postulaba que situaciones de estrés asociadas a rasgos histéricos podrían explicar el fenómeno del sangrado. Lifschutz al revisar la historia de la estigmatización sugirió que la estigmatización no religiosa involucraban episodios histéricos en los que se expresaban conflictos edípicos no resueltos. Las lesiones clínicamente asemejaban equimosis y se podrían atribuir a una disfunción plaquetaria lo que no se pudo probar. En 1967 Angle informó de otros 4 pacientes femeninos con características histéricas y masoquistas y una fuerte tendencia a respuestas somáticas ante estímulos emocionales. En una publicación reciente de Moll (Am J Hematol 1997;55:146–7 ) se informa que una mujer tratada por depresión presentaba múltiples lesiones espontáneas en la piel y estaba bajo fuerte estrés emocional. Se diagnosticó púrpura psicogénica.
Resumiendo es bien conocido que la psique puede afectar el cuerpo físico lo que esta demostrado en numerosos casos tales como el efecto benéfico para la salud de la risa, los efectos de los estados anímicos sobre el sistema inmunitario, la presión arterial, el tiempo de coagulación ( que debería ser tenido en cuenta por los cirujanos), el efecto placebo y otros que lentamente están siendo tenidos en cuenta en medicina. Según Pelletier (Mind as Healer, Mind as Slayer. New York: Dell Publishing Co., 1977) 50-80% de todas las enfermedades tendrían orígenes psicosomáticos o de estrés. No es sorprendente por lo tanto que personas estresadas o histéricas puedan desarrollar lesiones cutáneas que estarían mediadas por alteraciones plaquetarias. Las mismas podrían generarse también por autosugestión o sugestión hipnótica o en un contexto religioso.
La mente humana es más poderosa de lo que habitualmente se cree. Las técnicas de visualización o autosugestión pueden ser útiles no solo para mejorar el comportamiento y el rendimiento de una persona como se las aplica en actividades deportivas, comerciales y aún políticas, sino también para controlar el dolor, corregir comportamientos y adiciones o ayudar a recuperar la salud en diversas circunstancias.
1 comentario:
Acorde al artículo quisiera comentar que no es sorprendente pensar que la mente pueda manejar el dolor o el nivel plaquetario, ya que es sabido que sólo utilizamos -y en los mejores de los casos- un 20 o 30% de la capacidad cerebral, entonces me pregunto: el resto? Creo que si supieramos como manejar el resto del cerebro, seríamos mucho mas "poderosos".
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