No sería necesario demostrar la decadencia educativa porque la mayoría de los argentinos la reconocen.
Una de las causas fundamentales en mi opinión, que no escucho mencionar ni debatir, es el desprestigio social de maestros y profesores, o dicho inversamente, la falta de reconocimiento y valoración social de nuestros docentes. Graves consecuencias de esta situación son la caída en la matrícula de escuelas normales y profesorados, la falta de vocaciones auténticas de jóvenes motivados, y la apatía y desinterés con que se desempeñan muchos docentes.
Revertir esta situación sería clave para recuperar nuestra educación. Lo fundamenta la experiencia de Finlandia, país que ocupa los primeros lugares en las evaluaciones educativas mundiales. Sin embargo sus docentes no son los mejores pagos de Europa ni del mundo pero sí los que tienen más prestigio y respeto social. Esta apreciación atrae fuertemente a los mejores jóvenes a la docencia pese a la rigurosa selección al ingreso.
La cuestión es ¿cómo lograr que se revalorice socialmente a maestros y profesores?
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1 comentario:
La matrícula del magisterio cayó 26 % en la Capital Federal y algo `parecido en Santa Fe.
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