viernes, noviembre 07, 2008

El CASO ETORICOXIB: ¿QUIÉN CONTROLA LOS MEDICAMENTOS?

¿Quién controla los medicamentos que tomamos? ¿El médico que nos los receta? ¿El Ministerio de Salud? ¿La farmacia donde lo compramos? ¿Nadie? El caso del etoricoxib podría contestar estas preguntas. Esta droga se esta recetando en la Argentina como un nuevo antiinflamatorio y analgésico para la artrosis que padece mucha gente mayor. Pero, qué es? Un simple clic en Google arroja 164.000 páginas. Una de las primeras es del Dr. Rovere, ex Profesor de Farmacología (http://www.clinica-unr.org/Recomendados/Recomendado_30_3.htm), que informa que la droga fue rechazada en Estados Unidos por la FDA, el organismo que controla los medicamentos, y se pregunta: ¿Qué nos ocurre que estamos empleando desde mucho antes, fármacos que en USA aún no se aceptaron? Las razones por las que fue rechazada son lapidarias : (ver http://www.icf.uab.es/WebsietesDB/shortcut.asp?refid=79813) Riesgos cardiovasculares y renales inaceptables (6800 muertes por infarto por millón de años-personas). Es muy similar al Vioxx (rofecoxib) que provocó daños cardíacos a 140.000 pacientes y decenas de muertes por las mismas razones, hasta que se lo retiró del mercado (http://docs.google.com/Doc?id=ddmbx3gm_62d9pskwzz).

¿Porqué se receta y vende en la Argentina? Tal vez porque es nueva y cara ( $4,30 por comprimido! 20 veces más que antiinflamatorios comunes) y por las razones que la Dra. Marcia Angell comenta en su libro  La Verdad acerca de la Industria Farmacéutica” reseñado en el link anterior.

Tal vez lo más grave es que no se trata de un caso aislado:  hay otras drogas en similar situación como el rimonabant (http://content.nejm.org/cgi/content/full/357/7/633)

que reemplazó al Redux como adelgazante porque éste tenía muy escaso efecto como tal pero…sí producía hipertensión pulmonar y daño a válvulas cardíacas lo que le costó al laboratorio 20.000 millones de dólares en juicios. Rimonabant es un poco mejor como adelgazante pero…aumenta el riesgo de depresión profunda, suicidios, insomnio etc y fue rechazada por la FDA. En la Argentina fue autorizada hace dos años por la ANMAT y muy difundida hasta por TV para adelgazar y dejar de fumar. La ANMAT la retiró de la venta el 29/10/2008. Redux se sigue consumiendo

 

¿Quién controla los medicamentos que tomamos?

2 comentarios:

Anónimo dijo...

LA ANMAT ORGANISMO QUE DEPENDE DEL MINISTERIO DE SALUD DE LA NACION ES EL QUE AUTORIZA Y REGULA LA SALIDA AL MERCADO DE NUEVAS DROGAS Y EL QUE LAS LAS RETIRA SI SE DETECTAN EFECTOS PERJUDICIALES PARA LA SALUD DE LA POBLACION.PERO DESGRACIADAMENTE BECASOS COMO LOS QUE USTED DESCRIBE HAN OCURRIDO MUCHOS EN NUESTRO PAIS,LO QUE DEJA AL DESCUBIERTO EL GRAN PODER QUE TIENE LA INDUSTRIA FARMACEUTICA Y LA DESINFORMACION DE ALGUNOS MEDICOS REFERENTE A LOS EFECTOS ADVERSOS DE ALGUNAS DROGAS DEJANDOSE GUIAR POR LOS VISITADORES MEDICOS ENCARGADOS DE PROMOVER LA VENTA DE LOS MEDICAMENTOS DEL LABORATORIO PARA EL CUAL TRABAJAN. EN NUESTRO PAIS EL MEDICAMENTO ES CONSIDERADO DEL MERCADO Y NO UN BIEN SOCIAL. LAS FARMACIAS SOLO SE LIMITAN A ENTREGAR LO QUE EL MEDICO RECETA.

ATTE.GRACIELA.

Hector dijo...

Gracias Rubén por abrir a la discusión un tema tan relevante. Listo a contribuir con mi versión a la vital pregunta sobre "¿Quién...”, en la práctica, "...controla los medicamentos que tomamos?, y mientras me probaba el traje de “ Mr. Original” recordé vagamente haber leído algo sobre el tema: sobre el concepto emergente del "Medical Industrial Complex". Alguien ya había identificado el problema 18 anios antes: fue Ross Hume Hall, quien trato el tema en su libro "Health and the global environment" en 1990. Una muy buena sinopsis de este libro es presentada por Edward Goldsmith en su sitio http://www.edwardgoldsmith.com/page191.html. Es interesante notar que los trabajos del Dr Klaper resumidos en su vídeo (http://www.newveg.av.org/Dr.Klaper.htm) sobre los efectos nocivos de una dieta basada en carnes y grasas animales datan de esa época. Cuando en el video el Dr Klaper muestra los chorizitos de grasa que saca de una de las arterias ocluidas en la cirujía de cuádruple by-pass, al tiempo que afirma que el análisis de la composición de ese material sistemáticamente retorna “Grasas saturadas y colesterol”, y nunca “Exceso de zanahorias, tomates, aceites poli-insaturadas y, frutas y verduras variadas” uno se pregunta: ¿Bajo qué roca vivió mi cardiólogo todos estos años? Cuando detalla que la substitución en la dieta de las grasas saturadas y el colesterol por frutas y verduras variadas sin cocinar (fuentes de vitaminas anti-oxidantes y minerales), y aceites nutritivas como suplemento de ácidos grasos esenciales (omega-3 y omega-6), revierte totalmente el cuadro de oclusión arterial tomado a tiempo, uno afirmara en voz alta: ¡ @#~@~* ! Otro autor renombrado, Udo Erasmus (Ph.D), en su famoso libro “Fats that Heal fats that Kill” (¡1986!) (http://www.udoerasmus.com/fatsmain.htm) presenta el concepto de “Degeneración Grasa”, un proceso reversible que se establece en el organismo a través de la sistemática y perdurable ingesta de grasas (aceites) alteradas químicamente por la industria de alimentos procesados y por nuestros horrendos hábitos alimenticios, en particular el hábito de destruir los nutrientes al calentar (¡o freír!) los alimentos en el proceso de “cocinar”. Así el organismo se “adapta” a funcionar de alguna manera hasta que un día, en el umbral de la tercera edad (¡o antes!), es sobrepasado es su habilidad de compensar, corregir y bancarse tanta sobrecarga de basura que recibió con el rotulo “comida”, y entonces nos responde con un cuadro patológico. El cuerpo no necesita “comida”, necesita nutrientes. Y el “gusto” no determina el valor nutritivo del alimento. Otro concepto de degeneración funcional crónica corresponde al inducido por la deshidratación crónica. En este tópico el trabajo pionero del Dr. F. Batmanghelidj (http://www.watercure.com) es presentado en su famoso libro “Your body’s many cries for water” (¡1992!) donde delinea el rol fisiológico del agua en el estado de hidratación optimo y la manera en que la deshidratación crónica se manifiesta como enfermedades crónicas. La esencia de su mensaje es: “You are not sick, you are thirsty!...Don’t treat thirst with medications (¡Usted no está enfermo, Usted tiene sed! No trate a la sed con medicamentos). ¿Tiene Ud. Dolor de cabeza por tener deficiencia de Cafiaspirina?. La deshidratación crónica pueden revertirse ingiriendo la dosis adecuada de AGUA (no “fluidos”, AGUA pura), equivalente a 2.0 litros por día. Otro tema emergente en el área de los desbalances crónicos es el tema de la acidificación metabólica crónica. Una excelente contribución al tema fue aportada por la Doctora Susan E. Brown en su lidro “The Acid Alkaline Food Diet” (2006). Describe el rol de la acidosis metabólica en la generación de estados patológicos comunes y la manera en que la dieta contribuye al balance acido/base del metabolismo (http://www.susanbrownphd.com/).

Volviendo al tema del "Medical Industrial Complex", como todo concepto "Medical Industrial Complex" es una abstracción con referentes en la existencia. Si la entidad "Medical Industrial Complex" tiene existencia real, tendrá una identidad (denotada por atributos específicos) que determinara el rango y tipo posible de sus acciones. Si es consenso que el objetivo básico actual del "Medical Industrial Complex" es primariamente el acumulo de riquezas, debiéramos coincidir en que la única esperanza de contrarrestar sus acciones seria identificando claramente quien hace posible su existencia. ¿Que lo hace tan global y a través de qué mecanismos? ¿Es algo tan omnipresente y eficiente un producto de la casualidad? ¿Es el "Medical Industrial Complex" una imposición absoluta sobre nuestras elecciones de cómo cuidar nuestro estado de salud? Además debiéramos volver a evaluar las premisas en que se basan las acciones del "Medical Industrial Complex" para decidir si son validas. Un error grande, y muy frecuente, consiste en justificar las acciones de entidades abstractas a través de otras abstracciones. Así "La naturaleza humana", "El Capitalismo", "La injusticia social", "La corrupción política", entre otras, se tiran a la mesa de discusión a manera de explicación suficiente y final. Lejos de explicar algo este tipo de respuesta es exactamente lo que no desafía al "Medical Industrial Complex". Aunque todo esto parece alejarnos del planteo original, resulta vital identificar que hace posible al "Medical Industrial Complex", es decir ¿quién perpetua su existencia y sus hábitos actuales? , si la idea de solucionar o de aliviar el problema es la meta. Por anticipado, mi respuesta a la pregunta es: ¡NOSOTROS MISMOS! ¡Hacen falta dos para bailar un tango!

En este punto es importante recordar que las bases de la práctica médica moderna en USA fueron sentadas hace ya 100 años, a comienzos del siglo pasado, al optarse por la estrategia alopática, que identifica a los síntomas de la enfermedad como a la enfermedad misma. Así se pavimento el camino para la creación de la big-pharma. Es muy difícil hacerse la ilusión que una industria tan poderosa haya sido consecuencia de un error en la opción elegida para la práctica médica. Es más simple imaginar que la noción de lucrar a través de la salud fue implantada en los cimientos mismos de la medicina moderna. Así, la gran premisa sin desafiar, que rige nuestros razonamientos en el área de la salud, es: "Los medicamentos curan las enfermedades". Si esta premisa no fuese valida, si los remedios solo curasen los síntomas de las enfermedades, como queda implícito en el concepto de alopatía y como ha quedado explicito en un gran número de trabajos científicos, toda esta historia sería mucho más alarmante. Identificar la causa de un problema puede ser un duro golpe, más si la causa nunca fue una posibilidad en nuestras mentes. Pero es la única opción y la única esperanza de hallar una solución. Pero la solución más realista no es iniciar una cruzada anti Big-Pharma, sino dejar de consumir sus productos innecesarios para nuestra salud. Forzarlos a crear riquezas (fuentes de trabajo, etc.) produciendo para nuestra salud: productos que “curen” enfermedades y no solo sus síntomas. Para ello debemos educarnos.

Afortunadamente estos grandes temas comienzan a ser discutidos gracias a la contribución desinteresada de personas interesadas en que las cosas se hagan bien. Hace falta disputar muchas premisas que aceptamos sin desafiar como si fuesen dados metafísicos, similares a las estaciones del año. Debiéramos educarnos más sobre cómo funciona nuestro cuerpo con más conocimientos básicos de fisiología y bioquímica y menos confusión "molecular". ¡Miremos más a la naturaleza caramba! ¿Alguna vez vio una vaca adulta tomando leche?, ¿Y a un caballo?, ¿Y a cualquier otro mamífero que Ud. recuerde? ¿Podría mencionar a la única especie mamífera que consume leche de otra especie en edad adulta? ¿Porque entonces acepta que la leche de vaca es buena para su salud cuando Ud. es adulto? ¿Porque tiene calcio y lo cura de osteoporosis? ¿Las vacas, tienen osteoporosis? ¿Los caballos, tienen osteoporosis? ¿Con que se alimentan los caballos? ¿Quién se beneficia cuando Ud. como adulto consume leche de vaca? No se pierda el video del Dr. Klaper indicado más arriba, y prepárese para pagarle a un traductor de Ingles si lo necesita. ¡Sera el mejor gasto a favor de su salud! Tenemos que transformarnos en "consumidores educados”. Si, también en temas de salud! El consumidor educado es un verdadero dolor de trasero para productores que juegan al enriquecimiento fácil.

Estos fueron mis 10 centavos de contribución al gran tema que el comentario original abre a la discusión. Si bien no di respuesta a la pregunta original, creo haber indicado la estrategia más eficiente para protegernos: La Educación.

Cordialmente

Héctor