Todos
tenemos derecho a una muerte digna. Pero ¿qué es la muerte digna?
Mi primer
encuentro con el concepto fue después de mi estadía como postdoc en Amsterdam, Holanda en la década
del sesenta donde conocimos a Sigrid y a su esposo Simón van den Berg, uno de los jefes de
laboratorio donde yo estaba. Sigrid ayudó a mi esposa Fiora a establecerse en
Amsterdam (“¿como se dice perejil en holandés?...peterselen”) y se hicieron muy
amigas. Unos años después de nuestro regreso recibimos una conmovedora carta
manuscrita de Simón informándonos del fallecimiento de Sigrid y detallando que
se había enfermado con un cáncer de hígado que no se pudo controlar. Cuando
empeoró y los calmantes no eran efectivos o dormía continuamente ella decidió que
era el momento que habían previsto con su marido y médicos de poner punto final.
Simón describió como Sigrid se despidió de sus hijos y quedaron a solas con dos
médicos quienes proveyeron lo necesario
para que ella tuviera una muerte digna.
Claramente
ya en los setenta había en Holanda una legislación que contemplaba estas
situaciones. El procedimiento requería el consentimiento del enfermo terminal,
de sus familiares más cercanos y el aval de los médicos. El procedimiento se
complica cuando el enfermo no se puede expresar o cuando se trata de menores de
edad. El presente caso del bebé inglés
Charlie Gard con daños cerebrales y alteraciones genéticas irreversibles
enfrenta a los padres con el hospital y la justicia y opinan, inconducentemente,
hasta Trump y el Papa.
Hace poco
tiempo escuché en un seminario sobre Bioética al Dr. Efraín Hutt, ex Jefe de
terapia intensiva del HECA, rescatar el término eutanasia,”buen morir”, y
fundamentar su práctica. Relató cómo ayudó a su madre a tener una muerte digna.
El tema
tiene una fuerte carga emotiva porque aunque todo los humanos sabemos con
certeza que vamos a morir este conocimiento nos genera angustias y negación
(ver nota en este blog del 23-01-2010) y requiere elaboración y legislación. Elaboración personal, familiar, social para clarificar el previsible,
inevitable fin de nuestra vida. Es posible decidir cómo será ese final (http://www.lanacion.com.ar/1448309-mas-personas-deciden-como-sera-su-final)En el país solo habría legislación sobre el derecho a una muerte digna en la provincia de Chubut.
("DÉJENME DECIDIR SOBRE MI MUERTE")
1 comentario:
Un comentario sobre el tema de que refleja la opinión de una médica especializada en terapia paliativa y la necesidad de mayores precisiones para los médicos que brinden el servicio según la nueva legislación planteada en 6 estados de USA.
https://www.nytimes.com/2017/08/05/opinion/sunday/dying-doctors-palliative-medicine.html?emc=edit_th_20170806&nl=todaysheadlines&nlid=8943405
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