Anoche tuvimos oportunidad de escuchar la disertación del Dr Guillermo Jaim Etcheverry sobre el tema del título. La conferencia organizada por la Fundación Dr. J.R. Villavicencio tuvo lugar en el teatro El Círculo que estaba colmado de público. Es sorprendente la capacidad de convocatoria del Dr. Etcheverry y de organización de la Fundación que lograron reunir a más de 1000 personas.
La brillante charla tocó algunos puntos urticantes de nuestra realidad educativa. Apuntó al problema social que generan los niños y jóvenes excluidos del acceso a la escuela y la deficiente formación que reciben aún los que, con recursos, concurren a las "mejores escuelas". Señaló que "no tendremos donde escondernos", ni los countries, ni los perros, ni las rejas, nos protegerán de la violencia que se esta generando. La responsabilidad es nuestra, de los padres y adultos que no valoran la educación ni entienden que requiere esfuerzos. "Pobrecita mi hija/hijo se pasó el fin de semana estudiando" dicen muchos tal vez lamentando que no se amaneció en un boliche. Cuando peligra el curso anual por huelgas acumuladas hay padres que reclaman la promoción automática y no la enseñanza de los temas omitidos. También hay padres que exigen que sus hijos aplazados ingresen lo mismo a la universidad. Recordó la encuesta en que un 75% de padres afirmaban que la educación era un desastre y ese mismo 75% estaba conforme con la escuela a la que iban sus hijos!!
Otro problema que tocó con humor es el daño que provocan a nivel mundial las "nuevas" pedagogías y relató que una experta israelí en enseñanza de las matemáticas le admitió que Israel no calificaba bien en el tema y que Singapur , país que ella visitaba regularmente, era el Nº 1. -¿Porqué?- le preguntó. Desconcertada admitió que porque "aplicaban los viejos métodos"...
Destacó el desinterés de nuestra clase política y del gobierno por la educación que ejemplificó con la falta de presupuestos adecuados. Es cierto, los presupuestos educativos de las provincias y de la nación son insuficientes.Comparó los presupuestos de la Universidad Autónoma de México y de San Pablo, varias veces superiores, al de la UBA de la que él fue rector recientemente. Sin embargo las universidades nacionales tienen problemas más graves que un presupuesto inadecuado y que no se solucionarán con uno mayor. En la nota del 2 de diciembre del 2006 publicada en este blog mencioné la duración injustificable de las carreras universitarias cuya solución es académica y no depende del presupuesto. Los prolongados disturbios en las Asambleas universitarias de la UBA, UNLP y UNR que perturbaron su funcionamiento son consecuencias de males profundos de los que no se habla por ser "políticamente incorrectos". Entre ellos cabe mencionar el distorsionado rol de profesores y alumnos, el tema de quién y cómo debería gobernar la universidad e incluso cuáles son los fines de ésta.
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