lunes, septiembre 22, 2008

COMPORTAMIENTO SEXUAL Y GENES


En el 2004 leí un artículo científico en Nature ( 429:766-768) que me fascinó y que he comentado varias veces a mis alumnos. Describía el distinto comportamiento sexual y social en los machos de dos especies de roedores pequeños, similares a ratones, que se diferencian por vivir en distintos habitats. El roedor de la pradera es de los pocos mamíferos monógamos que forma parejas estables y se ocupa de sus crías. En la otra especie que vive en las montañas, los machos son promiscuos y no cuidan de sus crías. Lo sorprendente es que se correlacionó este diverso comportamiento sexual y social con variantes de un gen que codifica en las neuronas al receptor V1aR de la vasopresina, un pequeño neuropéptido. Lo que es más llamativo aún es que cuando se logró insertar en el cerebro del roedor promiscuo el gen V1aR del roedor de la pradera su comportamiento sexual cambió drásticamente y se volvió monógamo. Solía concluir el tema con la sugerencia de que sería muy buen negocio biotecnológico si se pudiera poner ese gen en una pastilla que seguramente comprarían las esposas celosas para sus parejas. (Por supuesto era un chiste y científicamente impracticable).
Los seres humanos tenemos el gen V1aR con diversas variantes, polimorfismos, con secuencias repetitivas que podrían tener un impacto en el comportamiento social humano. Ahora un trabajo de científicos suecos se acaba de publicar en la revista de la Academia Nacional de Ciencias norteamericana (PNAS 2008, 105:14153-14156) que estudió estas variaciones en 552 gemelos y en sus parejas los que fueron avaluados además en la calidad de su relación marital. El estudio sugiere que hay una influencia modesta aunque significativa de este gen en el comportamiento humano de pareja similar al observado en los roedores.
Sorprendente, no?

¿Qué opinas?

No hay comentarios.: