En este
2012 nos enteramos por declaraciones del ex ministro Conti del aumento del
número de asesinatos en Rosario, 29% más en el 2011 respecto del 2010. Clarín
posteriormente señaló que las estadísticas eran más graves, las muertes
violentas se habían duplicado en Rosario en tres años: ¡un 100%!
A nivel
nacional el panorama es igualmente desolador. Lo sugiere las desafortunadas
declaraciones del Secretario de Seguridad de la Nación , Sergio Berni, de
que la responsabilidad primaria del Ministerio Nacional de Seguridad es la Capital (¿y el resto del
país?...) que sería, según él, una de las ciudades más seguras del mundo (ver
aquí). En realidad la información estadística del crimen en la Argentina y en Santa Fe
es incompleta, imprecisa o inexistente públicamente. Por ley dicha información
es responsabilidad de la
Dirección Nacional de Política Criminal del ministerio de
Justicia. Sin embargo su publicación y disponibilidad esta atrasada cinco
años. Su confiabilidad es dudosa si se
considera el antecedente del INDEC. Por ejemplo, en el 2008 los homicidios
dolosos aumentaron 10% pero no se incluyó a…la provincia de Buenos Aires! (ver
aquí) En ese año la tasa de homicidios por 100.000 habitantes que informan de
5,74 era de 8,45 para Santa Fe. Además
la metodología que usan es confusa: hay un 50% de homicidios culposos más “por
otros hechos”, falta información. Una tabla que publican parece darle la razón
a Berni, pero citaron las ciudades del mundo con los peores datos mientras que
hay ciudades y países con tasas de homicidios mucho más bajas que las nuestras.
Ciertamente
el crimen internacional, narcotráfico, trata de blancas y tráfico de armas es
creciente y parece incontrolable (ver aquí). La preocupante tendencia desmiente
el subterfugio de que “la inseguridad es una sensación” Pese a ello, cuando las
autoridades se toman en serio el problema pueden mejorar significativamente la
seguridad si se lo proponen y ponen los medios necesarios.
Los
ciudadanos de todo el país manifiestan sus reclamos por más seguridad
agrupándose en los barrios ( Ciudadanos Alertas, Vecinos de Pie, etc., en
Rosario) y en los pueblos, organizan marchas, a veces muy numerosas, y
entrevistan autoridades sin obtener respuestas concretas y satisfactorias y sin
que se publiquen las estadísticas reales y detalladas de los asesinatos y
asaltos que se producen casi a diario.
El gobierno
de Santa Fe gasta en publicidad del 911, primer recurso del vecino ante un
delito, pero es notorio su irregular funcionamiento que frecuentemente deja
desamparado al que pide ayuda sin que se informe quienes son responsables del
911 ni se den al público datos de su funcionamiento, ni de cómo se lo evalúa. Tampoco
publica las estadísticas del crimen en la provincia. Sin información fehaciente
y fidedigna es muy poco lo que se puede hacer. Sin datos periódicos de
asesinatos, robos etc., no se puede saber si la seguridad mejora o empeora en
cada ciudad o barrio, si la policía es más eficaz en una parte que en otra, si
hay áreas desprotegidas y si las medidas que se toman son eficaces.
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