El término
“entraderas” del léxico policial, asaltos violentos cuando la(s) víctimas
intentan entrar a sus domicilios, lamentablemente esta de moda.
El asesinato de la
Sra Araceli de Ferroni, 42 años, el 27 de junio
a las 14.30 h al llegar a su domicilio con su esposo Gerardo en Washington y
Zelaya en el norte de Rosario es un dramático ejemplo de la situación que
vivimos.
¡A las 14.30 horas!
¡A tres cuadras de la comisaría 10°!!
La información
periodística/policial es muy deficiente y sin seguimiento ( ver aquí )
Aparentemente Araceli manejaba y al llegar a su casa Gerardo
dejó bajar del auto a los perros justo en el momento del ataque, lo que habría
asustado a uno de los delincuentes quien les disparó y ante los insultos de Araceli
en defensa de sus perros, le disparó a ella provocándole heridas mortales.
Habrían sido 4-5 disparos.
¿Los oyeron en la comisaría? ¿Acudió
alguien?
Desconozco cuánto tardó la policía en
llegar.
El sábado casi
tengo mi propia experiencia de una entradera. Al llegar en auto a mi casa, la
calle sin luz, y encarar el garaje, mi mujer, nerviosa por la noticia
mencionada, me alertó de una moto a mis espaldas que frenó y se detuvo 20-30m
adelante y se bajó el acompañante. Dí
marcha atrás y una lenta vuelta a la manzana y seguían en actitud sospechosa
bajo un árbol al lado del contenedor. Nueva vuelta con llamado a un vecino que
prendió luces y se asomó y se fueron los sospechosos.
Conclusiones:
Estar alertas y serenos,
salva; debí llamar al 911; debí pedir al vecino que gatillara su alarma domiciliaria;
deberemos reforzar la red de autoprotección con los vecinos más cercanos y
acordar estrategias defensivas para estas situaciones de riesgo cada vez más
reiteradas.
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