El hombre se ha considerado por siglos el rey de la creación
lo que ha conllevado el menosprecio de todos los animales incluyendo los
mamíferos y los primates entre los que nos contamos los seres humanos. Este desprecio
que ha sido común, incluso entre los
científicos hasta avanzado el siglo xx, incluye también a las aves, con sus pequeños y distintos
cerebros, y separadas de nosotros aún más, unos 300 millones de años de evolución.
Estudios y experimentos recientes están demostrando sin
embargo que en algunas de las 10.000 especies de aves hay un notable desarrollo de su inteligencia,
similar o superior a la de los chimpancés, y la capacidad, aunque sea limitada, de
aprender nuestro hablar. En inteligencia se destacan la familia de los Corvidae
(urracas, poco presentes en la Argentina, cuervos (crows y ravens) abundantes en el hemisferio norte,
donde hay unas 40 especies. Son rápidas en aprender y muy sociables. En
inteligencia, para usar creativamente herramientas y resolver problemas
técnicos, se destacan los cuervos (crows) de Nueva Caledonia como se puede
apreciar en estos cortos videos (entre otros muchos disponibles en YouTube y en
otros sitios de internet), Como usar un palito corto para conseguir otro largo
que sirva para recuperar el alimento: (aquí Y aquí) o cómo desplazar el agua, donde flota el
premio, en un caño para que suba a la superficie (aquí)
Conviven con nosotros, aprenden de nosotros y nos distinguen
por la cara. El humano agresivo o peligroso es identificado y recordado hasta
dos años después no solo por el ave afectada sino por su bandada que aprende
quien es y lo ataca como lo muestra este video (aquí)
Si un cuervo muere la bandada se reúne en el lugar como velándolo. Tienen un
vocabulario de más de un centenar de sonidos con significados específicos con
los que se comunican y que se están estudiando.
La inteligencia de las aves implica que ellas sepan qué es
lo que hacen, que tengan conciencia. ¿Cómo podemos saber que ellas saben?
En los últimos 50 años en la literatura científica hay
muchos trabajos que describen las capacidades mentales de las aves. Los
sorprendentes métodos que usan para orientarse en sus vuelos y que son aprendidos,
como el uso de de la Estrella Polar durante las migraciones nocturnas o la
prodigiosa memoria que les permiten recobrar alimentos escondidos meses antes.
Las aves son habilísimas vocalistas y entre ellas se
destacan los loros (Psittacidae) porque su aparato vocal les permite hablar
como nosotros. No solo repetir el sonido (como un loro!) sino entendiendo lo
que dicen. Pero, ¿pueden los loros entender lo que dicen?
La Doctora Irene Pepperberg
dedicó los últimos 20 años a responder esta pregunta entrenando un Loro Gris
africano, Alex. Logró enseñarle un extenso vocabulario, tres colores, dos
formas, propiedades físicas, y a contestar preguntas específicas: ¿qué color?,
¿qué forma?, ¿cuál es diferente?, ¿cuál
es igual?, ¿cuántos hay?
Álex se hizo tan famoso por las publicaciones y su actuación
en los medios que cuando murió en 2007 su obituario se publicó en
los principales diarios del mundo incluso en “The Economist” que únicamente
publicaba el obituario de los economistas muy reconocidos ( en“ Alex and Me” ver aquí)
El método y los resultados obtenidos por Pepperberg están en
su libro “The Alex Studies” (que todavía no he recibido pero cuyo primer capítulo podes leer aquí)
Personalmente, de lo que sé de Alex, me impresionó la
anécdota de cuando su entrenadora lo llevó al baño, para no dejarlo solo, y
ahí, mirándose en el espejo, Alex le preguntó “¿What color is this” (Qué color
es éste) Pregunta que él sabía contestar habitualmente pero solamente como
rojo, azul o amarillo. Le contestaron “Gray”, ( gris) y en ese momento aprendió
un cuarto color, el suyo!
¿QUÉ TE PARECE?